Carta de una perrita criolla
Dice un escritor que lo que mata un jardín no es el abandono, pero sí el mirar de quién pasa por él indiferente. Creo que lo mismo vale para nosotros los perritos. Nada nos hace sufrir más que la indiferencia o el mismo abandono.
Mi nombre es "Sasha" y siempre viví en las calles. Me pasé la vida buscando una mirada comprensiva o afecto, pero nunca fui correspondida. Miraba a las personas pasar por mi lado, como desviándose de un obstáculo, sin darse cuenta que ese obstáculo era mi vida!! Capaz de sentir miedo, tristeza, hambre y frio. Pero igual, esas personas necesitaban pasar; yo era simplemente un obstáculo. Me sentía cansada y no entendía la razón de estar viva. Fue así, que en esa semana durante una fuerte lluvia, desisití de buscar abrigo o comida. Me acosté en un andén y quedé encharcada por el agua y temblando de frío. No me dí más importancia.
Ironía o no, en el momento en que dejé de creer encontré la comprensión que siempre busqué. Fui vista por una persona que me rescató y está cuidando de mí desde entonces. Aquí, tomé el primer baño caliente en toda mi vida y tengo comida y agua limpia. El médico veterinario ya me examinó y dice que estoy bien, a pesar de algunas heridas en mi cuerpo que irán a sanar.
Voy a vivir acá ahora, junto con otros peludos que estas personas abrigan. Como ellos, espero tener la oportunidad de ser adoptada. Quién sabe? A lo mejor alguien me quiera tener como su mejor amiga!! Estoy haciéndole fuerza a eso.
A todos mil gracias por haberme prestado atención.
Firma: Una perrita criolla
Tomado de Clube dos Vira-Latas
http://www.facebook.com/ClubeDosViraLatas
Mi nombre es "Sasha" y siempre viví en las calles. Me pasé la vida buscando una mirada comprensiva o afecto, pero nunca fui correspondida. Miraba a las personas pasar por mi lado, como desviándose de un obstáculo, sin darse cuenta que ese obstáculo era mi vida!! Capaz de sentir miedo, tristeza, hambre y frio. Pero igual, esas personas necesitaban pasar; yo era simplemente un obstáculo. Me sentía cansada y no entendía la razón de estar viva. Fue así, que en esa semana durante una fuerte lluvia, desisití de buscar abrigo o comida. Me acosté en un andén y quedé encharcada por el agua y temblando de frío. No me dí más importancia.
Ironía o no, en el momento en que dejé de creer encontré la comprensión que siempre busqué. Fui vista por una persona que me rescató y está cuidando de mí desde entonces. Aquí, tomé el primer baño caliente en toda mi vida y tengo comida y agua limpia. El médico veterinario ya me examinó y dice que estoy bien, a pesar de algunas heridas en mi cuerpo que irán a sanar.
Voy a vivir acá ahora, junto con otros peludos que estas personas abrigan. Como ellos, espero tener la oportunidad de ser adoptada. Quién sabe? A lo mejor alguien me quiera tener como su mejor amiga!! Estoy haciéndole fuerza a eso.
A todos mil gracias por haberme prestado atención.
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Adopta Bogotá